¿Queda algo más por criminalizar?
Las calles se llenan de grupos peligrosos. Si participas en el movimiento 15-M eres salvaje perroflauta, si te manifiestas y protestas puedes ser agitador o incluso golpista, dependiendo del día. Expresar el descontento con las medidas del Gobierno puede implicar detenciones arbitrarias y noches en calabozos, pues supone un atentado conta el orden público y la seguridad nacional, quizá…