Lila Downs: “La música de los abuelos nos alimenta, nos da alma”

Le canta a la muerte, la inmigración, las mujeres, la gastronomía, las comunidades indígenas, y lo hace nutriéndose de los sonidos y ritmos tradicionales, con su poderosa voz y con el colorido de su puesta en escena. Lila Downs regresa a Europa con la gira mundial ‘Dos Corazones’ y varios conciertos en España. Una gira en la que estrenará canciones de su nuevo disco, La Sánchez’, temas que reflejan vivencias muy personales y su duelo por el fallecimiento de su marido. La cantante y compositora mexicana nos atiende desde Oaxaca. Mañana actúa en Madrid.

Entrevista de Silvia Melero Abascal publicada en El Asombrario

Tu nuevo trabajo, ‘La Sánchez’, es un homenaje al apellido materno. ¿Qué nos vamos a encontrar en este disco y desde dónde te nace?

Tengo recuerdos bien lindos de mi niñez; cuando tenía 7 añitos y mi abuela escuchaba un programa de radio que se hacía acá en la ciudad de Oaxaca, en mi pueblo que está a dos horas de acá en las montañas, ella escuchaba un programa que se llamaba Qué norteñas tan cotorras, lo escuchábamos, nos reíamos, era un programa que disfrutábamos, invitaban a la gente a cantar su tema favorito, siempre había alguien muy desafinado, alguien que cantaba medio extraño, era muy divertido. Recuerdo la importancia de la música norteña en mi familia, en todo el contexto social en el que yo me encontraba. En cierta forma es volver a ese momento de la vida, es importante porque esa música de la región del Norte de nuestro país, aunque nosotros somos del Sur, también la consideramos nuestra.

¿Qué caracteriza esa música, en cuanto a sonidos, estilos, temáticas?

Tradicionalmente se dan mucho los corridos, platican como el romance, se platica una anécdota y se asocian mucho al narco, una parte, porque hablan sobre esos personajes que trafican droga o tienen muchas mujeres. Pero también existen corridos muy diferentes, como hizo Vivir Quintana, que tomó este género y escribió esa canción tan fuerte (Canción sin miedo), un himno sobre las mujeres desaparecidas en México. Ahora ha surgido también el corrido tumbado. La música de esa región la permea la cordeona, el tololoche (derivado del bajo acústico, más pequeño, se toca de forma muy particular), la redoba (lleva un set de percusión que es típico en las bandas pero con un sabor muy particular en el norte, más cachondo, como música de bar). Y todos los instrumentos de la banda que pueden variar, desde clarinetes a charchetas (instrumento de viento), la tuba… Hemos integrado algunos de estos instrumentos gracias al arreglista y productor Orlando Aispuro, que se ha encargado de la producción del disco. 

Hemos escuchado el primer sencillo (‘Vas de salida’ ), y en el videoclip has contado con la participación de mujeres de la Nación Comcaác. ¿Qué representa la sabiduría de estas mujeres?

Son comunidades que han sido muy marginadas a lo largo de los años, tanto por los gobiernos como por las comunidades mestizas. Ahora se ha ido tomando más en cuenta su existencia, su voto, su voz, su cultura. Es importante poner el foco sobre estas comunidades tan lastimadas. Para mí fue un regalo, porque se les propuso desde el trabajo que he hecho, las canciones que he compuesto sobre las mujeres, sobre etnias indígenas (de la que provengo y de otras en mi Estado) y de forma comunitaria aceptaron, decidieron aceptar la propuesta y me recibieron con un canto y con un corazón grande. Me pusieron mis amuletos de protección hechos con unos cuadritos que ellas cosen y adentro se encuentra la hierba de la salvia, que es protectora de la energía. Y sin saber nada de mi situación, ellas me abrazaron, me cantaron, hicieron un círculo alrededor de mí y fue muy bello. Así que muy agradecida, porque me acompañaron en este tema que alude a la cuestión de la violencia. Yo la viví también, es un tema que alude a una situación difícil que yo viví con mi pareja antes de que falleciera. Ese momento en el que dices ‘hasta aquí’ o te vas de salida. Luego nos reconciliamos y hace unos meses que ha fallecido.

¿La temática de las relaciones personales está en otros temas del disco?

Hay canciones que son de despecho, no hay otra manera de decirlo, tratan de la posible separación que tuvimos. Hay una canción sobre la tristeza y la pena que he vivido con la muerte, nadie tenemos protección y he sentido una gran pena. Pero hay otros temas alegres y críticos con la sociedad como he acostumbrado a hacer siempre.

En tu trayectoria profesional has abordado el arraigo a la tierra, a la cultura, el respeto por las tradiciones y su actualización, así como diversas cuestiones sociales.

Hay un tema que he compuesto que habla de que siempre estamos criticando todo, que si este presidente, que si este gobernador, y cuando llega el momento de la verdad, de aportar a nuestra comunidad, a nuestro barrio, no hacemos nada. Me gusta componer de diferentes temáticas. En el anterior disco compuse un tema para el chile, el chile es un motivo de mucha alegría en nuestra cultura. Empiezas a hablar de él y todos nos sonreímos (también porque tiene un doble sentido). Es muy divertido y en la gira recuperaré alguno de estos temas, pero sí, el programa trae temas muy sentidos y muchos relacionados con el corazón roto.

Esta próxima gira, ‘Dos Corazones’, te trae a varios países europeos y tendrás conciertos en varias ciudades en España. ¿Cómo es este encuentro con el público a este otro lado del charco?

Me encanta porque creo que nos entienden, nos comprenden de verdad, se identifican con los versos, algunos son bien tradicionales, quizá los hayan escuchado en algún momento de su vida en algún tipo de música española. Creo que tenemos mucho en común y es muy bello ir rescatando y tejiendo esa música antigua con la música moderna, con los elementos del folclore. La música de los abuelos nos alimenta, nos da alma. Eso me encanta compartirlo con el público español.

Entre tus canciones hay muchos sabores… Son del chile frito, Cumbia del Mole, Mezcalito… ¿Qué tienen en común la música y la gastronomía?

Yo creo que tienen mucho en común. Al principio pensaba que eran mundos diferentes, pero ahora me doy cuenta de que expresamos tanto de lo que sentimos en la comida también. Es una maravilla unir las dos cosas. Agradezco mucho a los chefs y a las grandes cocineras que han utilizado nuestra música para ilustrar lo que perciben y sienten cuando están creando esos platillos que alimentan el alma.

Te has vinculado también a campañas de protección de las plantas, de esas comidas sagradas en tu cultura, en tu tradición. ¿Qué representa todo esto, por qué es tan necesario preservar y rescatar todo ese patrimonio que tiene que ver con las plantas medicinales, la sabiduría ancestral, las recetas, el alimento?

Es muy importante mirar lo endémico, lo que es propio de tu localidad. Estudiar las especies endémicas para protegerlas, vivir con esos seres vivientes, esa flora viviente que te alimenta. En nuestras culturas originarias, los abuelos nos han enseñado todo esto, nos han hablado de la importancia de los hongos, de la naturaleza, están más conscientes del entorno. Que todo esto sirva para no darle la espalda a la Madre Naturaleza.

14 discos, 25 años de trayectoria artística, un premio Grammy y seis Grammy Latinos, infinidad de colaboraciones con otros artistas… ¿Cómo ha sido este viaje? ¿Qué ha cambiado desde que lo iniciaste hasta ahora?

He tenido mucha fortuna, muchas bendiciones. No ha sido fácil nadar contracorriente, siento que aún queda por hacer, y por acompañar a futuras generaciones que quieren cantar los versos de su inspiración, con esa visión de todo esto que hemos estado hablando. Lo hablaba con mi marido, él se miraba al espejo un poco antes de morir y reflexionaba mucho sobre la vida, me decía ‘de pronto ya no voy a estar aquí’. Y yo le decía que, con todo, hemos tenido una vida hermosa. Me provoca sentimiento, me siento satisfecha con lo que hemos creado, con la felicidad que hemos dado con la música a través de nuestra compañía, Paul y yo.

Viene la muerte echando rasero’, ‘Son de Difuntos’, ‘Una cruz de madera’… Tus canciones han abordado también el tema de la muerte, el Día de Muertos y todo lo que representa esto en la cultura mexicana. Y con sentido del humor y frescura.

La risa hacia nosotros mismos hace que soltemos esa tensión, ese miedo que da la muerte, ponerle versos hace que vivas esa realidad con un poco más de calma.

Y una gran fiesta es importante para la despedida, así lo hicimos para Paul, vinieron todos los amigos, comimos unos tacos bien sabrosos sazonados con diferentes chiles.

Ahora que tengo tan reciente la muerte, tras 28 años de vida compartida con mi marido, la música, la disciplina de la música, que es como zen, tiene un lugar importante, te permite conectar con tu yo interior. Si pasan días y no canto, noto que algo se desfasa, se desbalancea.

Entrevista de Silvia Melero Abascal publicada en El Asombrario