La edad dorada del sexo

Jubilarse a los 65 no significa aparcar los pequeños placeres de la vida. Cada vez más, los mayores disfrutan de una vida sexual activa que se va liberando de tabúes, complejos, miedos e inseguridades.

Por si había alguna duda, los datos de un estudio realizado en la Universidad de Gotenburgo (Suecia) confirman que los mayores de 70 años mantienen más relaciones sexuales satisfactorias que hace 30 años. Enrique, de 72 años, lo corrobora: “Ahora las relaciones con mi pareja dentro y fuera de la cama son muy buenas”. Pero no siempre fue así. “Cuando enfermé y empezaron a quedar atrás los años más jóvenes, estuve un poco perdido y me sentí casi acabado. Esto me llevó a alejarme de mi esposa y las cosas empezaron a empeorar. Pero hemos conseguido superarlo”.
Como Enrique, muchos mayores han visto esa evolución en sus relaciones sexuales. A medida que aumenta la calidad de vida, se sienten con más seguridad para hablar de sus deseos y apetencias. Así lo cree la sexóloga Carolina Lombardía, responsable del Centro de Asesoramiento e Información Sexual de Gijón, en el que se trabaja el tema de la sexualidad en edades avanzadas. “Hoy en día es un valor, está claro que las personas de más edad hablan y tratan su sexualidad con mucha más libertad y curiosidad, y la reivindican”.

Un buen ejemplo es el de Telvi (67 años), quien se siente muy satisfecha con su sexualidad en esta etapa de la vida. “Antes sabía muy poco y tenía bastantes temores. He llegado a un momento en el que me encuentro mucho más atractiva y me siento tranquila y segura. Puede que ya no haya sesiones de horas acrobáticas, pero sí que hay mucho placer y mucho cariño”.Miedos y cambios. El miedo al envejecimiento y a los cambios corporales limita muchas veces las relaciones íntimas entre mayores. Según la sexóloga, “es importante ser conscientes de que con el tiempo nuestros cuerpos, formas de sentir y apetencias van a evolucionar y debemos adaptarnos a esos cambios. Pero las capacidades de sentir no desaparecen, sólo cambian a lo largo de la vida. Si tenemos esto claro, veremos que no hay limitaciones para el goce”.

En el caso de las mujeres, los temores están vinculados a los cambios en el aspecto y el envejecimiento, por la presión social que las somete a la “tiranía de la juventud”. Sin embargo, los hombres suelen sentirse más afectados por las patologías que les dificultan mantener erecciones. “La reeducación en ese sentido es muy importante para que ni unos ni otras tengan limitaciones y no dejen desatendidos otros aspectos de sus vidas y sus relaciones”, asegura Carolina Lombardía.
“La intimidad y la comunicación son importantes tengamos la edad que tengamos”. Para Enrique, esos problemas iniciaron una interesante etapa de aprendizaje. “Empecé a tener dificultades con la erección y me encontraba limitado. Me ha llevado tiempo darme cuenta de que hay muchos más placeres y muchas más cosas para hacer”, cuenta.
Además de las enfermedades, la soledad o la viudez también pueden paralizar el sexo, especialmente entre las mujeres. “En mi grupo, las mujeres que han perdido a sus parejas han renunciado a una de las facetas de su vida que les puede dar más alegrías. Más que al sexo, han renunciado a amar, lo que es muy triste”, dice Telvi.
Y es que el sexo reporta muchas cosas positivas a cualquier edad. Según la sexóloga, “el cultivo del aspecto relacional, la intimidad y la comunicación es importante en todo momento, tengamos la edad que tengamos. Y por supuesto, el placer y la diversión rejuvenecen y aportan ganas de vivir”. Por eso aconseja no tener miedo a probar y experimentar. “Que se dejen llevar por sus apetencias, que no teman introducir elementos como lubricantes en sus relaciones. Y, sobre todo, que sean conscientes de que toda la vida está sometida a cambios y éste es una aspecto más. Hay muchas ventajas en ello”. •
(Artículo de Silvia Melero publicado en revista 21