Bill Drayton (Nueva York, 1943) acuñó el término ‘emprendedor social’ y fundó Ashoka hace 30 años. Se trata de una organización que apoya a las personas innovadoras entregadas a impulsar cambios sociales que solucionen los problemas de nuestras sociedades. Hoy es una comunidad de casi 3.000 emprendedores en 70 países cuyas ideas brillantes están transformando la realidad. Drayton fue elegido en 2005 uno de los 25 líderes estadounidenses más importantes. Sus proyectos de reducción de emisiones contaminantes fueron la base del protocolo de Kyoto, por ejemplo. Recién galardonado con el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2011, nos habla sobre ideas que mejoran el mundo.
Realmente me cuesta expresar lo que me hace sentir que el jurado del Premio Príncipe de Asturias me eligiera a mí. Entiendo que es un reconocimiento auténtico a la extraordinaria labor que desempeñan los emprendedores sociales de la red de Ashoka en España y el resto del mundo.
Cuanto más rápido cambia el mundo más importante resulta enseñar a las personas a sobrevivir por si mismas, es decir enseñarles a pescar en lugar de darles el pescado. Para ello se necesita una reforma profunda. Para que ese cambio se produzca necesitamos a los emprendedores sociales. Y voy más allá, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que cada cambio sistémico que se produzca en la sociedad sea para mejor.
Ese es el motivo por el que el mundo necesita a los emprendedores sociales: hombres y mujeres cuyas vidas y trabajo está dedicado al bienestar de todos. Los necesitamos como individuos más aún como actores fundamentales de nuestra comunidad.
Estoy firmemente convencido de que recibir este premio ayudará a Ashoka a seguir construyendo esa nueva fuerza transformadora en todo el mundo.En España Ashoka está presente desde hace ocho años, ¿nuestros país es un buen caldo de cultivo para el emprendimiento social?
En España hay poca cultura de emprendimiento en general. Desde Ashoka estamos convencidos de que la educación es una de las principales oportunidades que tiene una sociedad para conseguir una cultura emprendedora. Es importantísimo que los jóvenes experimenten en edades tempranas qué significa ser un emprendedor.Entonces, la asignatura pendiente es educar el espíritu emprendedor desde edades tempranas…
Absolutamente. La educación es una de las principales oportunidades que tiene una sociedad para conseguir una cultura emprendedora. Es importantísimo que los jóvenes experimenten en edades tempranas qué significa ser un emprendedor. Hay muchos ejemplos en nuestra Red Global de más de 3.000 emprendedores sociales innovadores en 70 países, que demuestran que la educación emprendedora consigue cambios muy importantes. Uno de ellos lo tienen ustedes muy cerca, en Asturias. José Manuel Pérez ‘Pericles’ lleva años demostrando que si no “entrenas” a los jóvenes a ser emprendedores desde pequeños, da igual que luego pongas apoyos, incubadoras de proyectos, etc. No conseguirás que empiecen a ser emprendedores a los 20 años.Pericles está creando escuela en los colegios asturianos…
Valnalón Educa, la institución creada por Pericles para impulsar una educación emprendedora, lleva más de 20 años ayudando a las escuelas y los educadores a permitir a sus estudiantes experimentar qué significa ser emprendedor. Desde los 3 ó 4 años y hasta los 16, los niños participan en una asignatura semanal que les permite ser emprendedores: crear empresas, fabricar productos que luego venden en ferias, pedir un crédito en la caja local para llevar a cabo su iniciativa, nombrar a los miembros del equipo, diseñar un logo, etc. Casi 40.000 niños de todas las edades están experimentando qué es y qué significa ser emprendedor en España, América Latina y Europa. Se han creado más de 2000 cooperativas gestionada por jóvenes de 15 años.
¿Qué cualidades personales tienen en común los emprendedores sociales? ¿Qué les hace diferentes?
Poseen dos atributos sobresalientes: una idea innovadora que produzca un cambio social significativo y una visión emprendedora a la hora de realizar sus proyectos. Son individuos que poseen la visión, la creatividad y la determinación tradicionalmente asociada a los emprendedores de negocios pero su motivación es la de generar un cambio social profundo y duradero y no el beneficio económico.
¿Todos llevamos un emprendedor social dentro? ¿Cualquier persona que lea esta entrevista, desde su casa, puede convertirse en un changemaker?
Todos estamos capacitados para ser emprendedores sociales, pero se necesita que nos den la oportunidad, cuanto más jóvenes mejor, para experimentarlo. Una vez escoges algo que quieres mejorar y lo consigues, no hay fuerza más transformadora para una persona. Desde ese momento vas a mantener una actitud emprendedora en todo lo que hagas. Para ser un emprendedor social se necesita también desarrollar las habilidades típicas del emprendedor: visión, determinación, perseverancia, creatividad, empuje y estar convencido que quieres ponerlas al servicio de lo social. Para ser un emprendedor social de Ashoka, necesitas además conocer muy bien el problema que estás tratando de resolver, para poder identificar lo que no está funcionando y demostrar que existe una manera innovadora para conseguir un cambio sistémico y a gran escala.
A lo largo de estos años, a través de su trabajo en Ashoka, habrá conocido a muchas personas excepcionales. ¿Hay algún caso que le haya impactado especialmente?
Es difícil elegir sólo a un emprendedor. Ashoka cuenta con 3.000 emprendedores sociales, y más de la mitad han provocado algún cambio en la política nacional después de cinco años de su selección y lanzamiento como emprendedores sociales de Ashoka. Dentro de los mismos cinco años, tres cuartas partes de estos emprendedores han cambiado el patrón en su campo a nivel nacional. Casi todo el mundo sabe algo de las historias de los emprendedores sociales. Florence Nightingale fue fundamental en el desarrollo de la profesión de la enfermería moderna. Jimmy Wales fundó Wikipedia. Wendy Kopp fundó Teach for America (que ahora se extiende rápidamente a nivel mundial, también en España). Muhammad Yunus desarrolló varias innovaciones en la financiación para los pobres y las extendió a todo el mundo.
¿Cómo están cambiando el mundo los emprendedores? ¿Qué ejemplos concretos podemos dar?
El principal motor subyacente en nuestra época es el cambio, cuya tasa de crecimiento sigue escalando de forma exponencial. Y así crece también el número de personas que provocan estos cambios. Y, quizá lo más importante, sean las combinaciones cada vez más ricas de personas que promueven los cambios. Y las combinaciones de las combinaciones de estas personas. En este mundo, los sistemas básicos de la sociedad, que todavía tendemos a dar por supuestos, en realidad cambian cada vez más rápidamente. Y con cada cambio se provocan más cambios en otras partes de los sistemas de la sociedad. Frecuentemente, estos cambios van en direcciones perjudiciales. Así, por ejemplo, en estos momentos la privacidad está sufriendo terriblemente. Necesitamos vigilancia preventiva a causa del terrorismo, el coste de conectar todos los puntos en toda nuestra vida se ha convertido en insignificante, y el modelo de negocio dominante es la de dar a la gente algo, obtener información, a cambio, y obtener un beneficio mediante la venta de esa información (por ejemplo, para publicidad). En última instancia, tanto la libertad como la creatividad necesitan privacidad. Por ejemplo es aquí donde se necesita a los emprendedores sociales. Cuando la sociedad comienza a inclinarse hacia la dirección equivocada, o cuando desaprovecha una oportunidad importante, debemos confiar en los emprendedores sociales. Ellos son los emprendedores de cambios sistémicos que nos representan a todos.
¿Así que seguirán buscando gente emprendedora?
El futuro de Ashoka pasa por seguir descubriendo a los grandes emprendedores sociales que existen en nuestro mundo y seguir apoyándoles para que consigan su objetivo de mejorar el mundo. Pero hay algo fundamental para nosotros y es que el número aumente. Para eso hay dos sectores fundamentales con los que tenemos que trabajar: niños y jóvenes. Hay que promover la empatía en los niños. Sin la habilidad de la empatía, herimos a las personas y disgregamos las instituciones. Quien carezca de esta habilidad no puede avanzar en las otras habilidades sociales aprendidas que debe dominar para ser partícipe en la sociedad, para contribuir en un mundo que está experimentando el cambio más espectacularmente rápido y con más facetas al que nos hemos enfrentado en los últimos 15 años. Estas habilidades son: trabajo en grupo, liderazgo y ser un changemaker. Es muy importante que los jóvenes se den permiso a sí mismos para cambiar. Y si quieres ayudar de verdad a tu hija, a tu hermano o a tu sobrina, en el momento en que diga: “Este aspecto del mundo no funciona demasiado bien”, pregúntale: “¿Y cómo puedes solucionarlo?”, “¿Por qué no te juntas con unos amigos para conseguirlo?”. •
(Entrevista de Silvia Melero publicada en revista 21)