Quizá una de las cosas más hermosas (y necesarias) que me ha puesto la vida delante es hacer esto. Un día contaré despacio todo lo que estamos viviendo, tantas emociones, tanta gente maravillosa que se acerca a Luto en Colores. Este sábado tenemos taller. La culpa es la emoción que más castiga y estanca a quienes han perdido a un ser querido por suicidio. En este taller creamos un espacio de intercambio y escucha sin juicio para compartir, comprender, soltar y aligerar la carga del duelo.
Y os adelanto que pronto saldremos de Madrid para llevar nuestro proyecto a otros lugares. Va a ser un año viajero, muy de colores