La cantante madrileña Ana Cuenca Ramón habla de Chavela Vargas con pasión y emoción. Por eso ha querido cantarle a esta chamana musical mexicana rompedora y revolucionaria, exponente del amor libre, la diversidad y el arte. Ana, que también forma parte de espectáculos teatrales sobre Gloria Fuertes, le rindió tributo a Chavela con motivo del centenario de su nacimiento en el concierto homenaje ‘Celebrando la vida’ en el Café Berlín de Madrid.
(Foto: Ela Rabasco)
¿Por qué eliges a Chavela Vargas para hacerle este homenaje?
Chavela es para mí un gran referente como cantante y como mujer. Comencé a cantar La Llorona y Piensa en mí muy joven, conociendo de Chavela poquito, su música y su manera de cantar. Recuerdo en la adolescencia cantar en las fiestas que organizaban mis primas en sus casas, con las amigas… Y recuerdo también que me sentía muy a gusto y muy cómoda cantando estos temas que, de una manera muy natural, sentía míos también. Después, poco a poco fui conociendo más su vida y su persona, y me cautivó. Hace poco más de un año, Chavela llegó a mi vida para ayudarme a atravesar un duelo muy doloroso por la pérdida de una de mis mejores amigas, mi amiga Silvia. En ese momento comencé a plantearme hacer el homenaje a Chavela y, al saber que en 2019 se conmemoraba su centenario, no tuve ninguna duda.
¿Cuál es la mayor dificultad al interpretar temas de una cantante tan consagrada?
Más que dificultad, siento mucha libertad cantando el repertorio de Chavela, tal vez porque es el regalo, la herencia, que ella nos quiso dejar. En sus propias palabras: «Les dejo de herencia mi libertad».
Has investigado sobre su vida, ¿qué es lo que más te ha sorprendido?
Al conocer la infancia y la juventud de Chavela, descubrí que no hay duda de que es una de esas grandes mujeres que ha habido y sigue habiendo en la historia, que vienen al mundo para hacernos crecer como humanidad. Que vienen para enseñarnos a cultivar los caminos de la libertad y el respeto hacia todas las diversidades humanas. Chavela atravesó todo tipo de dificultades y rechazos a lo largo de toda su vida, desde que era una niña muy, muy pequeña, y pese a todo, pese a la profunda soledad, ella siempre persiguió y escuchó su verdad. Su verdad a través del canto y de la música.
«La música no tiene fronteras, pero sí un final común: el amor y la rebeldía”. Muchas de sus citas las conocí en el libro Dos vidas necesito. Las verdades de Chavela (Chavela Vargas y María Cortina. Ed. Montesinos). He ido leyendo sobre ella en diversas fuentes, es fascinante. Así explica su vocación: «No recuerdo cómo ni cuándo decidí ser cantante. Creo que nací con la decisión tomada. Siempre he cantado, de niña lo hacía bajo los árboles, con los pájaros. Sentía nostalgia de música, la amaba y la necesitaba siempre. Por ello me dediqué a oír todos los sonidos que brotaban a mi alrededor. Sin haber estudiado música, los atrapé, los abrí, los hice canto. Ahora me doy cuenta de que la música me protege; desde que yo era niña, me abraza y me da aliento. Mi relación con la música viene de la naturaleza».
¿Por qué sigue siendo tan actual y universal?
Una mujer como Chavela, que ha marcado tanto en la historia de la música y en la historia de las relaciones humanas, a la que debemos tanto, estará siempre de actualidad. Además, Chavela tiene la magia y el poder de fusionar lo tradicional y folklórico con lo actual y moderno. Esto es algo que tiene un gran valor, no sólo para la música, sino para la vida en general, el conocer nuestras raíces para poder construir nuestro presente. Su manera de ser, su música y su forma de cantar nunca dejarán de ser actualidad. Y, por supuesto, otro motivo muy importante es que Chavela fue una defensora del amor libre por encima de todo. Defendió el respeto absoluto por las diversidades sexuales, ella decía: «Lo importante es amar, sin preguntar a quién, ni cómo, ni por qué. No se trata de que soy homosexual. No se trata de eso. Ésa es la belleza de las cosas. El amor, creo, no depende del objeto que se ame. Las personas, simplemente, aman o no aman. Los que aman lo harán siempre a todas horas, intensa y apasionadamente. Los que no aman, jamás se elevarán ni un centímetro del suelo. Hombres y mujeres grises, sin sangre».
¿Qué representan palabras como amor, libertad, mujeres, vida y muerte en el Universo Chavela?
Chavela fue una chamana de la vida. Vivió al borde de la muerte y ganó la vida gracias al amor, a la música y al arte, porque como bien decía ella «quien no ama no ha vivido de verdad». Ella amó profundamente. Amó a la música y al cante. Amó profundamente la vida, la naturaleza, valorando y respetando sus dones y poderes, y sintió un respeto absoluto hacia la muerte. Y por encima de todo amó su libertad, pagando el precio de la soledad. «Lo supe siempre. No hay nadie que aguante la libertad ajena; a nadie le gusta vivir con una persona libre. Si eres libre, ése es el precio que tienes que pagar: la soledad». Y sobre las mujeres… Las mujeres fueron la gran pasión de Chavela, dicen que enamoraba a todas, las cautivaba. Imagínate, una mujer tan libre, tan rompedora, tan atrevida, cantando como cantaba, tan bella, tan auténtica, tan especial. Me puedo imaginar el deseo y la atracción tan grande hacia una mujer así. «Mi canto siempre es dedicado a todas las mujeres del mundo: madres, hijas, hermanas, esposas, amigas y amantes». Y también decía: «Cuando el mundo tiembla, cuando llora, cuando parece que se va a caer, venimos los cantantes y los artistas a sostenerlo».
¿Cómo has hecho la selección de temas?
Las selección de las canciones ha sido hecha con mucho respeto, cuidado e intuición. Guiándome por los grandes temas que atraviesan la vida y el cante de Chavela. En esta selección, como no podía ser de otro modo, está muy presente el que fue su mejor amigo, el compositor y cantante José Alfredo Jiménez. También se pueden encontrar temas de Agustín Lara, Armando Manzanero, Javier Solís y Vicente Fernández, entre otros. Y, por supuesto, no quería que faltaran en esta ocasión tan especial algunos de los temas escritos por la propia Chavela. Todas las canciones las hemos reinterpretado con el mayor respeto y admiración, para sentirlos nuestros, para encontrar nuestro propio tempo, nuestra propia alma a través de la música de Chavela.
Háblanos de los músicos que te acompañan…
Desde que comencé a imaginar este proyecto tuve claro que deseaba que hubiera un piano y, guiándome por mi intuición y mi deseo más profundo, llamé a un músico al que admiro muchísimo, el pianista José Ramón Mestre Valmaseda. Le conté mi idea y le pregunté si quería trabajar conmigo y hacer los arreglos musicales de todos los temas. Desde el principio, y casi sin pensarlo, me dijo que sí. Después José me propuso, como tercer integrante, al magnífico guitarrista Dayan Abad, pero por cuestiones laborales no ha podido continuar en el proyecto. Nos gustó tanto el sonido del piano, la guitarra y la voz que buscamos a otra persona. Y en ese momento fue cuando el genial Sergio de Andrés se incorporó a esta aventura. Me siento muy afortunada por estar tan bien rodeada de estos maravillosos músicos y excelentes personas; está siendo muy bonito el proceso de preparación de este homenaje tan especial a Chavela.
El negro y el rojo en la escenografía, ¿por qué?
Son los colores que representan la vida y la muerte. El rojo es el color de la vida, del amor, de la pasión, de la sangre y de la fuerza, un color que se asocia siempre a Chavela, la gran dama de poncho rojo. El negro es el color de la oscuridad, de lo oculto, lo prohibido, del dolor por la pérdida, por la muerte. Hacemos con este concierto un homenaje a la vida titulado Celebrando la vida, que nace de un dolor muy profundo por la pérdida. He tenido que atravesar un duelo muy oscuro, muy profundo, de mucha soledad y tristeza, para transformar mi emoción en un canto a la vida, y homenajear de este modo también a mi amiga querida. En este proceso de duelo la figura de Chavela ha sido muy importante, porque ella me ha mostrado su relación con la muerte, con una naturalidad y un respeto tan hermoso, tan bello, que he podido mirarla a los ojos y aceptarla.
Desarrollas varios proyectos junto a éste, algunos destinados a público infantil…
Sí, desarrollo varios proyectos artísticos de manera simultánea. Vivir del arte no es fácil y hay que hacer muchas cosas, pero tengo la fortuna de que todo lo que hago me apasiona. Los conciertos de nanas son para un público familiar, cantar para peques es algo increíble, lleno de magia. Y hago también Cantos de mujeres de allá y de acá, son conciertos homenaje a otras mujeres a las que admiro muchísimo, con un repertorio de mujeres latinoamericanas y españolas y músicas tradicionales. Además, seguimos con los espectáculos sobre Gloria Fuertes con la Compañía de Teatro La Cantera Exploraciones Teatrales: Deambulantes o la verdadera historia de la poeta errante, para público familiar, y A pecho descubierto, para público adulto. Y entre unas cosas y otras también trabajo como educadora social en temas de género y educación sexual con la cooperativa Booooo Creatividad y Género.
¿Qué es la música para ti, qué representa en tu vida?
La música es mi mayor pasión, es el lugar en el que me siento más libre, en el que me siento más yo. Chavela decía que hay que perseguir la verdad. Yo siento que mi verdad es mi canto.
Entrevista de Silvia Melero publicada en El Asombrario